a 150 años del nacimiento de Frank Lloy Wright
Por Caitlin Dover para un blog del Guggenheim
Cuando el museo que Frank Lloyd Wright diseñó para el Solomon R. Guggenheim abrió al público en el otoño de 1959, los visitantes en los sombreros y pieles llenas de verlo, y pronto la arquitectura de Wright llevaron a “encendido debate” (en palabras de la Nueva York Times). “Una de las monstruosidades más alegres del señor Wright,” opinó el espejo de Nueva York , y otro reportero describió la experiencia de “Slither [ing] por la rampa, una cadera más alta que la otra.” Mientras tanto, el arquitecto Philip Johnson declaró que el museo ser “Sr. Edificio más grande de Wright. Edificio más grande de Nueva York “.
Naturalmente, el New Yorker capturó esta candente momento cultural con ingenio y estilo-y lo hizo en una caricatura de varias páginas.
El dibujante, Alan Dunn , trabajó para la revista durante 47 años, y también contribuyó dibujos de Architectural Record . Su carrera paralela a la aparición y evolución de la arquitectura moderna, y él era experto en que representa los nuevos estilos, mientras que satiriza las costumbres que los acompañaban. Su Guggenheim Dibujos par representaciones detalladas del edificio con observaciones fuera del manguito de los visitantes de los perplejos. Una visión dramática de la planta de la rotonda es el escenario de una mujer comentando a su compañero: “Me recuerda a la vieja Wanamaker.” Caminando por las rampas (mostrados completo con terrazo circular con dibujos), una mujer en tacones y robó dice a su amiga: “Vamos a volver y realmente mirar las fotos.”
Emma Allen, el editor de dibujos animados de hoy en día del New Yorker, notas, “talentos de Dunn como dibujante de arquitectura imbuir a la escena con una sensación de que algo se informó, creíble real. No estoy seguro de si el diálogo se escuchó, imaginaba, o una combinación de los dos, pero sin duda Dunn ha hecho un estudio de un medio museo de llevar, y las uñas de la charla.”Visitantes de Dunn investigan las ventanas de estilo ojo de buey , subir las rampas con evidente temor, y, por supuesto, juzgar el edificio y sus compañeros de visitantes por igual. Como dice Allen, la propagación perfectamente ofrece “una mezcla astuta del humor y la observación barrena de ojos.” Para los lectores de hoy en día, sino que también nos da la sensación de que estábamos allí.
ARQUITECTURA ,
FRANK LLOYD WRIGHT
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