domingo, 17 de septiembre de 2017


Reabre el histórico restaurante El Tropezón en Callao 248
Cerró hace 34 años y tuvo distintos usos. Antaño Carlos Gardel era habitúe.
publicado en el Abasto


Esta semana reabrió el histórico restaurante El Tropezón, en Balvanera. El local data de 1896. Tuvo dos sedes y desde 1926 estaba emplazado en Callao 248. Cerró en 1983, tuvo distintos usos como una ART, y ahora vuelve a ofrecer su tradicional plato de puchero de gallina, entre otros grandes platos.
La nueva dueña, Raquel Rodrigo, contó al respecto: 'Nuestro negocio familiar son los garajes y queríamos el de Callao al 200 -cuenta Raquel-. Con mi marido Luis y mi yerno tuvimos que comprarlo con el local de al lado porque vendían todo junto. Ibamos a poner en alquiler ese local. Pero en abril de 2015, cuando inauguramos el estacionamiento, vi que en su fachada había una mayólica que recordaba que ahí había estado 'El Tropezón'. Y con lo que amo al tango y a lo antiguo, investigué su historia y quise revivir esta joya de la avenida Callao. Mi familia me decía que era una locura'.
'La obra en el local, que tiene 45 metros de largo y 9 de ancho, duró un año. La ART había tapado todo con durlock. Cuando lo sacamos, descubrimos que debajo estaba el antiguo 'Tropezón': parte de sus pisos de cerámicos calcáreos, sus techos con madera y claraboyas de bronce y sus paredes de 60 centímetros. Dejamos el ladrillo a la vista, porque lo que ya no estaba más era la boisserie. El sótano, de 100 m2, estaba intacto', agregó Raquel ante Clarín.
En el sótano, con sus pisos en damero, hay una cava y dos mesas para 20 personas cada una. Se montó una galería de fotos de las figuras ilustres que visitaban el restaurante y algunas curiosidades, como las partituras originales del tango 'Por una cabeza' o un arco de violín de la orquesta de D'Arienzo.






Con esta restauración la avenida Callao, en su tramo de Balvanera, recupera el esplendor de antaño. En la misma arteria aún está pendiente la recuperación de la Confitería del Molino, en la esquina de Rivadavia. Para peor, esta semana se suspendió la actividad especial que iba a hacerse en el Senado de la Nación para pedir que Casa Rosada gire los fondos necesarios para los trabajos de puesta en valor. En marzo el Estado nacional adquirió el edificio por $182.000.000, pero desde entonces no hubo nuevas partidas.






J.C.

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