domingo, 12 de diciembre de 2021

Ahora sabemos que el francés olvidado tuvo cartel con sponsor

 subido a facebook por Gustavo Anibal Visciarelli

Esta foto -tan magnífica como desconocida- nos remonta a aproximadamente 1920 para mostrarnos el ruinoso hotel Saint James abandonado frente a la actual Playa Varese.
En varias oportunidades hablamos de sus misterios.
También exhibe un fragmento de la Explanada Sur, paseo inaugurado a principios de siglo XX en el actual Boulevard Marítimo entre el Torreón y Cabo Corrientes.

Sabemos que estaba ornamentado con esculturas -en su mayoría réplicas de obras famosas- que fueron traídas de Europa.
Muchas de ellas embellecen hoy las plazas de Mar del Plata, como la que vemos en la foto. Se trata de "Venus de Milo", ubicada hoy en Plaza Colón.
Mejor no preguntar por el destino de esas bellas farolas.
No podremos dilucidar el misterio y sólo sumaremos tribulaciones.

Pero esta foto, recibida hace pocos días en el marco del proyecto Fotos de Familia, tiene un detalle sutil. Una suerte de pieza faltante en un rompecabezas. Se trata del cartel donde podemos leer "Restaurante Saint James de Juan Durrosier".
Tiempo atrás escribí sobre Durrosier y opté por llamarlo "el francés olvidado de Playa Varese", ya que la historia parecíó soslayar a este pionero de la actividad turística en aquel sector.
En verdad no abundaban fuentes documentales, salvo relatos familiares, algunas precisiones registradas por el arquitecto Roberto Cova y varias fotos mostrando un establecimiento de madera -primero restaurante y luego hotel- sobre las arenas de la bahía.
El cartel, auspiciado por los famosos cigarrillos 43, nacidos en 1898, es una singular prueba gráfica sobre la existencia del establecimiento, fundado por Jean Baptiste Durrosier.
Sabemos por fuentes familiares que Jean Baptiste, tras su arribo a la Argentina, se radicó en la zona rural de Maipú donde formó una numerosa familia.
Su llegada a Mar del Plata se produjo en fecha imprecisa, pero podemos situarla hacia fines del siglo XIX, cuando el hotel Saint James se hallaba en construcción.
El arquitecto e historiador Roberto Cova aportó otro dato: Durrosier se contactó en Mar del Plata con un paisano de apellido Dugued, que prosperaba con su panadería en el antiguo barrio de la estación de trenes.
Ambos, en sociedad, montaron una suerte de fonda en la actual Playa Varese para darle de comer a la multitud de obreros que trabajaba en la construcción del Saint James.
La paralización de la obra no significó la muerte del emprendimiento. Aquel sector –conocido entonces como “la playa del Saint James”- nacía lentamente al turismo de la mano del genovés Luis Varese, que a principios de siglo inauguró en aquel desolado paraje su histórico hotel Centenario.
Ya sin Dugued como socio, Durrosier reconvirtió aquella fonda, luego en un restaurante y más tarde en un hotel, que heredó el nombre “Saint James”. Los hijos de Jean Baptiste fueron parte de aquella empresa familiar.
El camino costero hasta Cabo Corrientes aún no existía y la franja de arena se pobló de hoteles de madera que funcionaron con permisos precarios.
El paraje cautivó a integrantes de la colonia británica en Argentina, muchos de ellos vinculados al ferrocarril, que lo convirtieron en su lugar de veraneo.
Tal circunstancia habría dado origen al nombre de “Playa de los Ingleses”, que fue cambiado por el de Varese durante la Guerra de Malvinas.
Hacia fines de la década del ’30, con la construcción del camino costero, los hoteles tuvieron que abandonar la playa y pasaron a la pendiente de la barranca. El “Saint James” siguió ese camino y continuó en manos de la familia Durrosier hasta mediados de los ’40.
En 1978 fue demolido junto al resto de los edificios.
Jean Baptiste no presenció los últimos capítulos. Murió en 1941. Pocos lo recuerdan, pero es parte de nuestra historia. La foto viene a rescatar su nombre...con el importante auspicio de cigarrillos 43.
La foto que ilustra este texto fue enviada por Ignacio Iriarte al proyecto Fotos de Familia del diario LA CAPITAL

Video

Saint James , sueldos sin pagar.. Relatos del Arq. Roberto Cova

Mar del Plata base cero

sábado, 6 de noviembre de 2021

Espíritu de las Casas: un puente circular entre la materialidad y la inmaterialidad

 

publicado el 29 de octubre de 2021 en PH Museum

 El artista y antropólogo Nicolás Janowski se asoció con el arquitecto Freddy Mamani para producir un trabajo fotográfico multidimensional que examina cómo la población indígena aymara en América del Sur está viendo cómo sus valores experimentan un renacimiento.

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Espíritu de las Casas , o el espíritu de las Casas , es el último proyecto de colaboración realizado por el artista y antropólogo Nicolás Janowski (Argentina) y el arquitecto Freddy Mamani (Bolivia), que se originó en El Alto, Bolivia, en 2019. Se eligió la ubicación por el fuerte sentido de comunidad que surgió en nombre de los nativos locales y el posterior reconocimiento del significado de las enseñanzas transmitidas por los aymaras, una población indígena de la región de los Andes y el Altiplano. 



Los mitos aymaras sitúan a Tiwanaku, un sitio precolombino en el oeste de Bolivia, en el centro del universo.
El proyecto comprende dos formas principales de trabajo fotográfico.
Por un lado, los artistas reinterpretaron imágenes de archivo de la expedición arqueológica francesa a Tiwanaku, ocurrida en la primera década del siglo XX.
A través del compromiso con estos recursos de archivo, los artistas se ocuparon de la apropiación cultural del patrimonio de Tiwanaku en Europa.
La apropiación cultural de Tiwanaku se inició de la mano del Inca, quien comenzó a replicar esculturas aymaras y asociar el lugar a su propia génesis étnica.
Con la conquista española de Tiwanaku, y especialmente después de 1570, los nativos fueron reubicados y su cultura erradicada.
Sin embargo, a finales del siglo XVII, se produjo un resurgimiento gradual de los valores locales.
Hoy en día, la ambición de restaurar los valores ancestrales aymaras es fuerte.

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A nivel práctico, Janowski investigó la documentación almacenada en el Museo de Brooklyn, retocó las imágenes y las imprimió en algodón. Desde una perspectiva simbólica, luego los llevó a El Alto para cooperar con Mamami, y ese gesto fue paralelo a la repatriación de la herencia robada. Aquí, Mamami incorporó una serie de bocetos en las imágenes, incluidos planos de edificios neoandinos. 

Esta última operación estimuló la continuidad entre las ruinas arqueológicas del pasado y la arquitectura contemporánea. Mientras tanto, Janowski agregó palabras en aymara, escritas con sangre, como un medio para defender y fortalecer el uso de la lengua local en la actualidad.

Un segundo grupo de imágenes se centra en la lectura poética de la ontología andina a través de la mirada y la estética de Janowski. 

La implementación de la doble exposición reitera la multivocidad, potenciando las narrativas de los nativos. 

Aquí, las temporalidades y los paisajes se superponen y se cruzan, al tiempo que dejan espacio para que las voces indígenas se eleven como abanderados de la diversidad y la transformación en nombre de tal diversidad.

Las dos capas discernibles dentro del proyecto alimentan, sin embargo, un sentido cohesivo de circularidad. 

Esto está en línea con la comprensión primordial de la vida que conserva la sociedad de El Alto, al tiempo que refleja el impulso de los artistas que buscaron establecer un vínculo orientado al futuro con los antepasados.

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La serie se abre con una imagen que contiene las palabras 'qullaña o qulla', que significa 'curar'.
La base de una columna está editada para encerrar una planimetría, y junto a ella se encuentra una regla de unas pocas pulgadas de alto.
El aparente desequilibrio creado por las diferentes escalas se asocia así a un viaje terapéutico, que busca reconciliarse a través de la reciprocidad en la multiplicidad.

En adelante, la noción de diversidad como incentivo para el cambio surge desde el principio y luego se elabora a fuerza de la síntesis de elementos naturales y culturales. 

La asimilación de los planos estructurales contemporáneos en las fotografías de las ruinas arqueológicas vincula aún más la conexión que subsiste entre el presente y el pasado, de una manera que intenta casar las esferas del tiempo, en lugar de separarlas.

Las siguientes palabras en aymara inscritas en las imágenes son 'evocar', 'alma', 'estar aquí', 'aceptar y recibir voluntariamente lo que se ofrece', 'solidaridad', 'recordar con el corazón', 'la transmutación al ser'. una persona ', y' de todo corazón '. 

Los términos adoptados reflejan poderosas elecciones conceptuales, en las que la dicotomía de materialidad e inmaterialidad es crucial. 

Nociones intangibles como armonía, memoria y esencia se entrelazan con la idea de presencia tanto física como espiritual, en un camino que integra una unidad básica como la piedra con el paisaje que alberga la piedra, luego con una persona que habita el paisaje, y en última instancia, con una persona que habita en su propio yo.

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La fotografía Chiripa (Lago Titicaca, 2020) logra la sublimación de estos estratos de análisis, brindando una imagen de un rostro que contiene un ego más distante y posicionado sobre una roca superpuesta, educando así la unificación de los múltiples yoes del ser humano con el entorno circundante a lo largo de todo el proceso. sus transferencias temporales. 

En general, el trabajo de Nicolás Janowski y Freddy Mamani fomenta una lógica de sincronización con las características ambientales y sociales. El proyecto se hace eco de las palabras del escritor Eduardo Galeano, quien inspiró a Janowski desde su juventud: "Se podría construir un puente de plata de Potosí a Madrid de lo que aquí se extrajo - y uno atrás con los huesos de los que murieron sacándolo". Espíritu de las Casas representa un cuerpo de trabajo experimental que atribuye un significado específico al papel de la fotografía contemporánea como un medio para reivindicar el patrimonio y reflexionar sobre la apropiación cultural, encarnando así el puente (circular) mencionado anteriormente: uno que no debe temblar de frente. de transmutación.

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Todas las obras © Nicolás Janowski y Freddy Mamani de Espíritu de las Casas

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Nicolás Janowski es un artista interdisciplinario que fusiona los campos de la fotografía, la curaduría y la antropología. Tiene su sede en Buenos Aires, Argentina. Síguelo en Instagram .

Freddy Mamani es un arquitecto boliviano que representa una pieza central en la arquitectura neoandina. En su mayoría está asociado a la ciudad de El Alto, donde trabajó en los llamados "cholets" para materializar los valores de la población indígena aymara. Síguelo en Instagram .

Sofia Galli es escritora, poeta y experta en estudios del patrimonio. Estudió en la Universidad de Aberdeen y en la Universidad de Amsterdam. Sus enfoques incluyen la relación entre arte y política, la teoría de la movilidad en exposiciones y el examen de exposiciones en espacios no canónicos. Síguela en Instagram .

viernes, 15 de octubre de 2021

 

La sede central de UPCN reconocida como “edificio emblemático Art Nouveau”



·         Palacete de 1906 del Arq.  italiano Gerónimo Agostini

·         Único por la rica influencia de estilos: Art Nouveau, Floreale, Secesión

·         Recuperado por la UPCN por iniciativa de su Secretario General Andrés Rodríguez

·         En esa ocasión presentamos del circuito Art Nouveau del Barrio de Monserrat

·         Entregamos un “Reconocimiento” al Secretario General, Andrés Rodríguez y los restauradores

·         Es el 15º Edificio Emblemático de la Ruta Argentina del Art Nouveau nombrado por AANBA

·         Buenos Aires es la Capital Americana del Art Nouveau por la cantidad y calidad de las edificaciones en este estilo

Entrega del Diploma que declara al edificio emblemático del Art Nouveau al Sr. Andrés Rodríguez, Secretario General de UPCN

Entrega de diploma de reconocimiento a los restauradores

CV


        

El 29 de septiembre ppdo. se llevó a cabo el Nombramiento de la sede central UPCN,  Moreno 1332, CABA, como Edificio Emblemático Art Nouveau 2021 AANBA de la Ruta Argentina del Art Nouveau, en un acto que tuvo lugar en el mismo edificio.

Escalera principal

Primer piso, balcón hacia planta baja

Sector de exposición Primer Piso


 

            La actual sede central de la UPCN (Unión Personal Civil de la Nación, antigua residencia del empresario italiano Lorenzo A. Semino,  fue construida en el año 1906, obra del arquitecto italiano Gerónimo Agostini y ha sido restaurado y puesto en valor por esta Institución.

 

Con un estilo que combina el Art Nouveau, el Floreale Liberty italiano y el Secesionismo Vienes, es un Petit Hotel / Palacete; capolavoro arquitectónico y decorativo, en una construcción de tres plantas con una extraordinaria ornamentación interior. Se destacan la gran cantidad de frescos en paredes y cielorrasos, presentando el salón de entrada pinturas en ellos con alegorías y retratos de grandes personajes italianos: Dante Alighieri, Cristóbal Colon, Giuseppe Verdi y Galileo Galilei.

 

            El comitente fue un comerciante y empresario italiano que hizo fortuna en Argentina a principios de siglo XX, quien contrata a un exitoso arquitecto italiano, Gerónimo Agostini, para la construcción de su vivienda particular y es por esta razón que deseamos también rendir homenaje a todos los inmigrantes italianos por su legado patrimonial a Buenos Aires, obras que engrandecen nuestra cultura y son importantes atractivos turísticos.


Vitrales del primer Piso


 

Paralelamente dentro de este marco presentaremos el nuevo circuito arquitectónico del Barrio de Monserrat con arquitectos como Mario Palanti, Gerónimo Agostini, Juan A. Buschiazzo, Francisco Tamburini, Virginio Colombo, Francisco Gianotti y otros, todos italianos, que hicieron grande a nuestro patrimonio edilicio.

 

Nuestro nombramiento simbólico es parte de las actividades de la Ruta Argentina del Art Nouveau, que cuenta con 7 ciudades argentinas participando activamente, Buenos Aires, Rosario, Bahía Blanca, Córdoba, S. M. de Tucumán, La Plata, Mendoza, y donde la obra de los arquitectos italianos es parte fundamental del patrimonio arquitectónico local.

En la oportunidad también se hizo a los 700 años del fallecimiento del autor de la Divina Comedia, ocasión en la que AANBA realizó un acto con la participación de la Embajada de Italia.

 

Adjuntamos  flyer del evento

Poster del evento


Se informa, asimismo, que se ha subido a YouTube un video del evento con el Titulo: Edificio Emblemático 2021 AANBA Art Nouveau sede Central UPCN

 

Información brindada por Willy Pastrana

Presidente AANBA y Ruta Argentina del Art Nouveau

jueves, 14 de octubre de 2021

El Parque que supimos conseguir

 

El parque que supimos conseguir 

(nota del arq. Tito Gastaldi para Revista Habitat)









En el barrio de La Boca se encuentra el primer parque de flora nativa de la ciudad que fuera creado por la ley 1464 en el año 2004, e inaugurado en noviembre de 2006.

La idea del parque comenzó a existir tiempo antes, en el año 2000 y,  gracias a la denodada labor de muchos vecinos de la zona, esa ley lo institucionalizó.

El PARQUE DE FLORA NATIVA BENITO QUINQUELA MARTÍN reúne condiciones excepcionales: Fue la Primera Iniciativa Popular de la Ciudad que alcanzó la Promoción (17.271 adhesiones), y en el 2003 fue votado como prioridad del Presupuesto Participativo; su diseño se realizó empleándose el programa Diseño Participativo del Paisaje por primera vez para un nuevo espacio público; y es el primero en la Ciudad de Flora Nativa. También es el primero del que dispone el barrio de La Boca.

Espacio del Parque utilizado como estacionamiento previo 
a la creación del mismo

Estado del área antes del Parque


En el barrio de La Boca existía un gran predio ferroviario conocido como Casa Amarilla. El lugar abarcaba un amplio sector entre Av. Alte. Brown y Av. Martín García, Irala y Blanes.

El terreno donde hoy puede apreciarse la réplica de la casa del Almirante Guillermo Brown, marino irlandés nacionalizado argentino y creador de la Armada Argentina, estaba en una zona de grandes quintas, de las cuales hacia 1817, la de Britain ocupaba la mayor parte de lo que hoy conocemos como Casa Amarilla. Según cuenta Santiago Calzadilla: “fue en esta quinta que se plantaron por primera vez las peras de agua, llamadas del Buen Cristiano Williams, que maravillaban a los porteños". (N de R: el lugar donde hoy se encuentra la réplica de la casa del Almte Brown no corresponde exactamente al lugar donde se hallaba la original; estaba en el predio pero no sobre la Av. que lleva su nombre)

En  el transcurso del tiempo esa tierra pública se fue enajenando para distintos usos con una  urbanización desordenada, actualmente en algunas áreas falta resolver una adecuada conectividad y algunas calles tienen la nomenclatura desplazada.

De hecho lo único que quedó en manos del Estado Nacional es lo que la Comisión de Vecinos de la calle Irala y Adyacencias, conseguiría, después de innumerables gestiones para crear el primer parque público de flora nativa de la Ciudad. El espacio donde está ubicado el Parque de 3,8 hectáreas se ubica en la calle Irala, entre Pi y Margall y Aristóbulo del Valle y vías del Ferrocarril Roca.

Allí se guardaban algunos contenedores y camiones, una especie de gran baldío cuya principal actividad era la de un estacionamiento para vehículos en los  días  en que se disputaban partidos de fútbol en el vecino estadio del Club Boca Juniors.

Como es sabido, La Boca  sufrió degradación y deterioro a partir del cierre de su puerto en los años 60´; con las sucesivas crisis se transformó en una zona de  grandes depósitos,  generando un grave problema con el tránsito pesado, situación que desbordó cuando hicieron un desvío ilegal y empezaron a pasar por la calle Irala una enorme cantidad de vehículos pesados, estimado en 1400 camiones por día.

En el año 1999  la Comisión de Vecinos de la Calle Irala y adyacencias concurrió al entonces CGP 3 - en ese momento sito en Av. Martín García - y se sumó a la Comisión de Ambiente. Allí les entregaron copia de los lineamientos estratégicos del proyecto del plan urbano ambiental de la Ciudad que preveía que las playas ferroviarias que fueran desafectadas de transferencia de carga iban a ser destinadas preferentemente para espacios verdes de uso público.

Junta de firmas para la creación del Parque


Esa información fue vital para decidir acciones futuras y  mirar de otra manera ese gran terreno baldío

En Septiembre de 2000, en una tímida carilla acompañada de 220 firmas la Comisión pidió la  “reconversión de la Terminal Multimodal Casa Amarilla en ESPACIOS VERDES. La misma se basó en la imperiosa necesidad que tiene nuestra Ciudad de contar con superficies permeables, áreas forestadas, espacios públicos y mayor conectividad urbana; apelando para ello al PLAN URBANO AMBIENTAL -Ley 71 de 1998- y al Art.30 de la Constitución de la Ciudad.”

En abril de 2001 la Dirección General de Planeamiento e Interpretación Urbanística notificó que la propuesta era convergente con lo explicitado para el sector en el Plan Urbano Ambiental, lo que hizo crecer sus esperanzas. Sin embargo, en Septiembre del mismo año apareció en el diario Clarín una nota titulada: “Tierras abandonadas del ferrocarril se usarán para proyectos urbanísticos". Ese proyecto pretendía dividir el predio en cinco partes: Cuatro manzanas de complejos de edificios y una pequeña plaza en el medio. Esa noticia los motivó a defender con más ahínco su propuesta.

Las aperturas mostraban las calles atravesando las vías, algo que después supieron estaba prohibido.

Por ello se recurrieron a la Defensoría de la Ciudad, Adjuntía del Prof. Brailovsky, especialista en temas ambientales, tomando conocimiento de que existía la Iniciativa Popular, una herramienta de participación ciudadana de la Constitución de la Ciudad, herramienta que desconocían. Así, decidieron presentar un proyecto de ley propio, con un destino diferente al que el Ejecutivo impulsaba con pedido de preferencia.

Para entonces ya habían entablado contacto con la Asamblea Permanente por los Espacios Verdes Urbanos (APEVU) y varias organizaciones vecinales del barrio de La Boca. Con el intercambio de ideas su proyecto original creció. El Parque debía ser de ESPECIES AUTÓCTONAS para recuperar el paisaje original y darle un plus de interés al paseo. Eran momentos de gran intensidad social y Diciembre de 2001 los encontró con la gran ventaja de ser un grupo pre-existente con un proyecto propio para divulgar y mucha ciudadanía ávida de participar.

Sabían que para un colectivo tan pequeño resultaría muy difícil juntar el 1,5 del padrón electoral de la Ciudad, casi 40.000 firmas; sin embargo al mes y medio ya tenían las primeras 4000 firmas que obligan por ley tanto a la Legislatura como al Gobierno a difundir la Iniciativa. Como nunca se había hecho,  las dilaciones eran constantes, hasta que mediante una carta documento se logró  destrabar y avanzar con la difusión.



Mientras consideraban estos obstáculos, averiguaron que la Iniciativa Popular no se contraponía con que algún legislador presentara el proyecto y la Diputada Beatríz Baltroc lo representó.

En tanto, la Iniciativa Popular que había sido lanzada el 1°de Agosto  de 2002 cumplió el plazo de un año con un apoyo muy significativo: pudieron reunir 14.271 firmas, además de 3.000 adhesiones; un logro importantísimo para un reducido grupo de vecinos. Las firmas fueron corroboradas por etapas por la entonces Dirección de Participación Ciudadana de la Legislatura, certificación que sirvió para anexarlas al expediente del Proyecto de Ley.

Para concretar el proyecto era necesario, además de la sanción de la ley, que el ONABE cediera los terrenos. Tuvieron una primera reunión con el Prof. Fernando Suárez, Presidente del ONABE,  quien les adelantó que se firmaría el convenio con el Gobierno de la Ciudad para su traspaso, lo que sucedió el 31 de Julio de 2003, para ser destinado a uso público y comunitario, en concordancia a la propuesta vecinal.

Aquí pasó algo muy importante: al tener su proyecto estado parlamentario, dialogaron con todos los bloques políticos y llegaron a tener 31 firmas de legisladores, el número necesario de votos para la primera lectura,  pero en ese momento debido al cambio de pertenecía política, dos de ellos, que ya habían firmado, retiraron su apoyo en el recinto en la última sesión de 2003.

Durante enero de 2004 se reformuló el proyecto incorporando las condiciones del convenio suscripto entre el ONABE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Esto delimitó la superficie para el parque y  la reservada para la operatoria del ferrocarril.

DISEÑO PARTICIPATIVO

            La importancia de consensuar ideas y proyectos entre los vecinos del barrio y los entes gubernamentales queda de manifiesto en la concreción de este proyecto.

2° encuentro de Diseño Participativo

En paralelo, se tomó conocimiento de la existencia del Programa de Diagnóstico Participativo del Paisaje e iniciaron las gestiones para poder darle continuidad a la participación. El Programa se había aplicado para remodelación de plazas existentes, pero nunca para un espacio público desde cero. Además, daba resolución a otras cuestiones  que preocupaban a la Comisión ya que si se llamaba a concurso podía demandar mucho tiempo, y en un predio tan codiciado significaba poner todo en riesgo. También podría resultar en un diseño de avanzada, pero alejado de los intereses de los vecinos, que venían luchando por este tema desde hacía largo tiempo. La crisis socio-económica del 2000 golpeó muy fuerte en el barrio, ya de por sí con muchas necesidades, y, por tanto,se deseaba un proyecto a medida  y no uno que demandase esfuerzos y costos elevados.

SIN ROSAS….

            En los albores del siglo XXI el camino a transitar no se mostró como un lecho de rosas sino un camino con varias piedras aún por remover.

En  julio de 2003 se firmó el convenio de sesión  aunque ello no implicó que se pudiesen iniciar las obras de inmediato ya que en octubre se ocupó el predio con más de 1000 contenedores y  el Club Boca Juniors continuaba utilizando el espacio para estacionamiento durante los partidos. Por ello, en 2004 se debió presentar un amparo judicial.

FLORECIENDO:

En Abril de 2004 se votó en primera lectura y en septiembre en segunda lectura la ley para zonificar como  Urbanización Parque el predio de Casa Amarilla, que se convirtió así en el Primer Parque Público de La Boca y el primero de la Ciudad de Flora Nativa y con diseño participativo.

Cuando se ingresó por primera vez al lugar se tomó real dimensión de la amplitud del predio lo cual se constituyó en una emoción muy fuerte. Fue la verdadera experiencia del espacio.

El PARQUE DE FLORA NATIVA BENITO QUINQUELA MARTÍN pronto cumplirá 15 años. Su importancia crece día a día reafirmando que se está en el camino correcto: un urbanismo respetuoso del ambiente, que incluya la participación ciudadana y el respeto por los espacios públicos. Los invitamos a vivir esta experiencia, para que conozcan y disfruten de este Parque en el que se llevan a cabo diversas actividades periódicamente.

El Parque comienza a tomar forma

El Parque previo a su inauguración

El material para esta nota tanto bibliográfico como gráfico fue provisto por la Sra. Silvana Canziani, Presidenta de la Comisión de Vecinos de la calle Irala y adyacencias a quien agradecemos su inestimable colaboración.



Vista aérea del Parque

El Parque en la actualidad



Actividades en el Parque

Para más información: www.vecinosdeirala.freeservers.com

Comisión de Vecinos de la Calle Irala y Adyacenciasvecinosdeirala@yahoo.com.ar

F: vecinosdeirala.adyacencias

www.vecinosdeirala.freeservers.com

W: +54 911 5623 722

SEMANA ART DECO conjuntamente con VIVI FRANCIA

 Me complace invitarlos a participar  de la tercer Edición consecutiva de SEMANA  ART DECO BS AS,  que se suma  a la SEMANA  FRANCESA  para  para celebrar desde el 25 de octubre al 01 de noviembre VIVÍ FRANCIA.

Sumate, te esperamos !!!!